El Dr. Mark Post de la Universidad de Maastricht, Países Bajos, consiguió crear una hamburguesa de casi 150 gramos a partir de carne cultivada en su laboratorio. A pesar de que la carne no contiene grasa (lo que le proporciona mucho sabor a la carne), Post afirma que “sabe razonablemente bien”.
Muchos vegetarianos toman la decisión de no comer carne mas por un aspecto ético, en lugar de por notar cierto desagrado en su sabor. La industria cárnica supone un enorme impacto para el medio ambiente, sin contar que la población mundial sigue en aumento y la demanda sigue creciendo. Según un informe publicado por la Universidad de Stanford, la producción ganadera ocupa más de una cuarta parte de la superficie terrestre y contribuye al 18% de las emisiones de gases con efecto invernadero.
La posibilidad de crear carne en probetas de laboratorios podría disminuir el impacto negativo sobre la tierra así como influir en la moral de bastantes personas. Experimentos recientes utilizando células madre de cerdos y vacas cultivadas en una solución rica en nutrientes que les permita crecer parece ser una de las alternativas a la industria animal, bastante prometedora.























